
A continuación, Alberto Comesaña, ataviado con un blusón negro que le llegaba hasta las rodillas y un gorro del mismo color, fue el encargado de presentar a la pequeña banda que les iba a acompañar toda la noche. Esta banda, formada por una guitarra, batería, piano y bajo, fue uno de los puntos fuertes de la noche. En solitario, Comesaña versionó 'El límite' de La frontera y cantó su mítico 'Lo estás haciendo muy bien'.
Acto seguido presentó a Yolanda Yone, su acompañante en Las Nuevas Amistades Peligrosas, como «una señal divina» y juntos siguieron con 'Es por ti', 'Africanos en Madrid' y 'Me quedaré solo'. 'No me importa nada' de Luz Casal fue el tema interpretado en solitario por Yolanda e hizo que el público pudiese disfrutar de la única voz femenina que hubo en el escenario.
Llegó el tema estrella de la noche
A las once y media se escucharon los primeros acordes de 'Agüita Amarilla', versionada por Bernardo, de Los Refrescos. Un verdadero showman, ya que desde que entró hasta que salió del escenario no paró quieto. Se mezcló con el público, con el que cantó y bailó el histórico 'Aquí no hay playa'. Éste fue el tema más coreado por los pozueleros.

Pasada la medianoche el concierto llegaba a su fin. Pero el público quería escuchar más música. 'Nada fue un error' de Coti reunió a todos los componentes de Poptour en el escenario. Le siguieron 'Entre tú y yo' de El Norte y por último, 'Nuestro amor es para siempre', con el que se despidieron.
Al acabar el concierto la frase más repetida por el público asistente fue «¡es muy divertido, me sabía todas las canciones!». Lo que supuso que más de una garganta esté hoy afónica.